El proyecto
Esta edificación situada en la calle Argenteria, en el Barri Vell de Girona, es uno de los icónicos edificios que cuelgan sobre el río Onyar.

El proyecto nace ante la necesidad de actualizar las prestaciones de las viviendas y el local comercial de la planta baja, tratando de conservar la fachada principal que da a la calle. La fachada posterior, que da al río, se rehabilita íntegramente desmontando la fachada existente y volviéndola a construir de nuevo, con las nuevas premisas técnicas.

Debido al mal estado de algunos forjados y la cubierta, estos se consolidan y se rehacen parcialmente.

Durante el proceso de excavación se saca a la luz el muro de 2 metros de espesor que soporta las galerías de la fachada del río y se realiza una prospección arqueológica que alcanza los 4,50 m de profundidad. Los técnicos confirman que lo que se ha encontrado son los restos de la antigua muralla medieval del siglo XIV, en el arenal del río Onyar. Posteriormente, se adaptan las obras al local de Planta Baja para mantener y visibilizar el lienzo de la muralla medieval.

El proyecto mantiene el local en planta baja, donde se integran los restos arqueológicos y se realizan unos apeos para dar el máximo de amplitud a los espacios interiores. También se conserva la distribución de vivienda por planta hasta el tercer piso y se reconvierte las dos viviendas que había en el cuarto piso en una sola vivienda siguiendo el esquema del resto de plantas.

En el interior de las viviendas se redistribuye el espacio, separando, por un lado, la zona que da al río y la que da a la calle. En la zona de día que tiene vistas sobre el río, se dispone un apeo en la pared interior de fachada para dejar más entrada de luz, creando espacios diáfanos para la cocina-comedor-sala de estar. En la zona de noche encontramos dos habitaciones dobles, que ventilan y se iluminan por las aberturas de la fachada a la calle Argenteria. Entre el vestíbulo de entrada y las puertas de las habitaciones hay un espacio de distribución en el que están instalados los lavamanos protegidos de la visual, de este distribuidor accedemos también a una ducha y un WC, que están segregados uno del otro.

Esta edificación situada en la calle Argenteria, en el Barri Vell de Girona, es uno de los icónicos edificios que cuelgan sobre el río Onyar.

El proyecto nace ante la necesidad de actualizar las prestaciones de las viviendas y el local comercial de la planta baja, tratando de conservar la fachada principal que da a la calle. La fachada posterior, que da al río, se rehabilita íntegramente desmontando la fachada existente y volviéndola a construir de nuevo, con las nuevas premisas técnicas.

Debido al mal estado de algunos forjados y la cubierta, estos se consolidan y se rehacen parcialmente.

Durante el proceso de excavación se saca a la luz el muro de 2 metros de espesor que soporta las galerías de la fachada del río y se realiza una prospección arqueológica que alcanza los 4,50 m de profundidad. Los técnicos confirman que lo que se ha encontrado son los restos de la antigua muralla medieval del siglo XIV, en el arenal del río Onyar. Posteriormente, se adapta las obras en el local de Planta Baja para mantener y visibilizar el lienzo de la muralla medieval.

El proyecto mantiene el local en planta baja, donde se integran los restos arqueológicos y se realizan unos apeos para dar el máximo de amplitud a los espacios interiores. También se conserva la distribución de vivienda por planta hasta el tercer piso y se reconvierte las dos viviendas que había en el cuarto piso en una sola vivienda siguiendo el esquema del resto de plantas.

En el interior de las viviendas se redistribuye el espacio, separando, por un lado, la zona que da al río y la que da a la calle. En la zona de día que tiene vistas sobre el río, se dispone un apeo en la pared interior de fachada para dejar más entrada de luz, creando espacios diáfanos para la cocina-comedor-sala de estar. En la zona de noche encontramos dos habitaciones dobles, que ventilan y se iluminan por las aberturas de la fachada a la calle Argenteria. Entre el vestíbulo de entrada y las puertas de las habitaciones hay un espacio de distribución en el que están instalados los lavamanos protegidos de la visual, de este distribuidor accedemos también a una ducha y un WC, que están segregados uno del otro.